jueves, 3 de abril de 2014

Tejos en el Parque de Quevedo



El Parque de Quevedo es uno de los más antiguos de la ciudad de León. Se emplaza en la margen derecha del río Bernesga, en el popular barrio de El Crucero, ocupando una superficie cercana a los 50.000 metros cuadrados.

El parque de Quevedo se levanta sobre el solar de lo que fue antiguo Almacén de Maquinaria y Vivero forestal del Ministerio de Obras Públicas. En su interior se encuentran importantes ejemplares de especies exóticas y autóctonas, cuya edad se remonta al tiempo de servir estas instalaciones como vivero, es decir, a mediados del siglo XX, años 40-50. Se pueden contemplar grandes ejemplares de pinos piñoneros, cedros del Himalaya, araucarias, ginkgos, castaños de Indias o magnolios, entre otras especies.

También cuenta con algunos ejemplares de tejo, situados en la parte noroeste de las instalaciones. Veamos algunos de ellos:


Pequeño ejemplar a la entrada del parque


Por lo general son tejos de pequeño tamaño, algunos con un porte de tipo arbustivo antes que arborícola. Su antigüedad parece remontarse como poco al año 1980, fecha de la inauguración del moderno Parque de Quevedo, cuando debieron de ser plantados. Es decir, su edad puede estar en torno a los 30 o 35 años.







Crecen a la sombra de los grandes pinos y cedros que adornan este emblemático jardín leonés.



                     Hay algunos que presentan unas proporciones mayores, con alturas cercanas o superiores a los cinco metros.




 Otros han sido sometidos a podas topiarias y recortes de volumen y altura, para ser reconvertidos en seto. La zona en la que están plantados sufrió una remodelación importante en los últimos años, como consecuencia de la cual algunos individuos desaparecieron o se vieron perjudicados por las obras.




En total existe aproximadamente una docena de tejos en el Parque de Quevedo. El estado de salud que presentan es bueno en términos generales.




 Esperemos que sigan ahí prosperando y creciendo saludablemente por muchos años, para recreo de todos, obsequiándonos con su sombra y serena compañía, engalanando con su presencia misteriosa y su silenciosa prestancia este rincón de uno de los bonitos parques de nuestra ciudad. Y hacemos votos por que las futuras obras que puedan tener lugar en sus inmediaciones no les afecten negativamente.






                                         "Conocerlos ayuda a conservarlos"




No hay comentarios:

Publicar un comentario